
El premio Dei Verbum de la Escuela de Ministerios de la Universidad de Dallas, es un reconocimiento al servicio ejemplar. Sonia Dimas posa con el premio que recibió en mayo pasado. Fotos Especial para RC/Ben Torres
Sonia Dimas sirve a su comunidad, llena de gratitud por las oportunidades que
le ha brindado la Iglesia.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
La historia de Sonia Dimas es una lección que enseña como el trabajo fuerte y la humildad de corazón, brindan frutos inesperados.
Originaria de Galeana en el estado mexicano de Nuevo León, fue encomendada por sus padres a unos tíos en Monterrey, cuando apenas tenía tres años de edad. Sus Papás querían para ella un mejor porvenir y no se equivocaron: Sonia creció rodeada de amor y cultivó desde muy temprana edad el amor por la Iglesia.
Ese mismo amor sigue distinguiendo su labor de dos décadas en la Diócesis de Dallas, donde acumula una trayectoria versátil y extensa. Su compromiso y esfuerzo la llevaron a escalar desde el oficio de recepcionista hasta la dirección de ministerios.
Hace ocho años Dimas dirige el Ministerio Hispano en la Iglesia de María Inmaculada, labor por la cual fue reconocida en mayo pasado con el premio Dei Verbum que otorga la Escuela de Ministerios de la Universidad de Dallas.
Revista Católica conversó con ella para conocer más de su labor parroquial, la influencia de sus valores familiares y el significado de su reciente premio.
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