
Este 12 de diciembre, junto a la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, la Diócesis de Dallas inaugura la fase preparatoria del sínodo convocado por el obispo Edward J. Burns en febrero de 2021, con la publicación de la Carta Pastoral.
<h2>Tanto el sínodo universal como el diocesano, persiguen la renovación y expansión en la Iglesia alrededor del mundo. Conozca sus diferencias y alcances.</h2>
Por Pia Septien
Especial para Revista Católica Dallas
Este 12 de diciembre, junto a la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, la Diócesis de Dallas inaugura la fase preparatoria del sínodo convocado por el obispo Edward J. Burns en febrero de 2021, con la publicación de la Carta Pastoral:
«El Recorrido a través de Cuaresma, Semana Santa, Ascensión y Pentecostés: Anuncio de un Sínodo Diocesano y un Plan Pastoral Post-Pandemia para la Diócesis de Dallas».
Lea la carta en este enlace: www.cathdal.org/synod-es.
Nuestro sínodo local coincide con el sínodo universal convocado en 2020 por el Papa Francisco para toda la Iglesia y que considerará ideas aportadas por las diócesis de todo el mundo.
Pero antes de seguir adelante, es pertinente definir lo que es un sínodo. Un sínodo es una reunión, un encuentro de los fieles para hablar sobre temas relevantes para la vida de la Iglesia.
Es un diálogo, pero sobre todo una escucha de unos a otros y al Espíritu Santo. Una escucha de todos los participantes: laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos y obispos; ejercitando la responsabilidad que nace de nuestro bautismo, ya que todos somos Iglesia.
De ese diálogo se sacarán conclusiones que se entregarán al Papa o al obispo según sea el caso.
Al terminar el sínodo, y después de analizar y sopesar las ideas ahí expuestas, se publicará un documento que expresará de manera articulada lo tratado.
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