
Los becarios Gustavo Jasso (centro-izq), Fabio Peña, Diana Ortiz y Gabriel Flores, posan con el párroco Luis Gerardo Arraiza (derecha), familiares y miembros de Las Guadalupanas y Los Caballeros de Colón, el 23 de mayo en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes.
A tres años de haber nacido con modestia, beca parroquial gana apoyos que impulsan las metas profesionales de sus jóvenes.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS—Muy orgullosos, Gabriel Flores, Gustavo Jasso, Diana Ortiz y Fabio Peña, caminaron el pasado 23 de mayo al término de la Liturgia de Pentecostés, para ser bendecidos y recoger los certificados de acreditación de una beca parroquial que les ayudará a pagar algunos de sus gastos universitarios.
El momento fue más especial este año porque a diferencia de su inicio hace tres, este año no fue uno, sino cuatro jóvenes, los que pudieron recibir $1,000 individualmente.
“Aprendan mucho y hagan bien al mundo”, les dijo el párroco Luis Gerardo Arraiza, recordando el mensaje de Mateo 5:16: ‘Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas obras, y glorifiquen a su Padre que está en los cielos’.
GRATITUD PLENA
Con la idea de impulsar a jóvenes que quizá son los primeros en su familia en ir a la universidad, el ministerio de Las Guadalupanas reunió $1,000 en 2019 y organizó una convocatoria que ganó entonces Juan Díaz.
El dinero le ayudó a Díaz, hoy estudiante de tercer año en la Universidad de Cambridge en Massachussetts, para pagar su boleto de avión y algunos gastos iniciales.
Agradecido, Díaz quiso emular el ejemplo de Las Guadalupanas y desde 2020 decidió unirse al fondo de becas dando de su propio dinero.
Al gesto de Díaz se sumó el aporte en 2020 de la parroquia, permitiendo que en su segundo año de existencia, la beca pudiera beneficiar a tres jóvenes. Este año se sumó un becario más, gracias a que Los Caballeros de Colón se vincularon también.
“Cuando vi que podía dar, pensé que una generación más de graduados podía recibir la ayuda que yo tuve”, explicó Diaz que
este año también aportó fondos. “Ser generoso y dar cuando puedas, es algo que he aprendido en la Iglesia y de mis padres”.
Siga leyendo más en la edición impresa del verano.