
El mural pintado por Michael Marek, recrea una escena de campo en El Salvador como un homenaje a San Oscar Arnulfo Romero.
El mural de Michael Marek en la Catedral de Dallas, enlaza la historia religiosa salvadoreña con matices del presente.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica
DALLAS— Un colorido mural pintado sobre cajas de cartón y emplazado a medio camino entre uno de los accesos a la Catedral de Dallas y el edificio contiguo donde se imparten clases de catecismo, hizo recientemente que Dayra García pensara en sus raíces familiares cuando estaba por entrar a su clase de confirmación.
El mural de 6 pies de alto por 9 de ancho, está ubicado desde noviembre en la pared que la iglesia tiene designada para exhibir creaciones artísticas.
García de 14 años, es servidora de altar e hija de una pareja de salvadoreños que integran el Ministerio de Hospitalidad desde hace 17 años.
“Me alegra que la Catedral impulse murales como este”, dijo señalando la pintura hecha por el artista local Michael Marek, feligrés de la parroquia de la Santa Cruz y autor de numerosos retratos de San Oscar Romero.
UNA MISMA TIERRA
El 24 de marzo, fiesta del mártir, se cumplieron 41 años desde que el arzobispo fuera asesinado mientras celebraba Misa en San Salvador.
El rector de la Catedral de Dallas, el reverendo Stephen Bierschenk, describió el mural como un proyecto empapado de humildad y gran habilidad artística.
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