
Michael Mendoza asumió como presidente de la preparatoria Cristo Rey a finales de enero. Nacido en Texas, Mendoza es un activo feligrés de la Iglesia de la Santísima Trinidad en Dallas. Ben Torres/Special Contributor
El nuevo presidente de la preparatoria Cristo Rey, es experto en lograr que las políticas públicas, la filantropía y la empresa privada, se unan para crear progreso.
REVISTA CATÓLICA DALLAS
Repartiendo el periódico vespertino a los 13 años, Michael Mendoza aprendió el valor formador que tiene para todo joven la oportunidad de trabajar. Por eso verlo sirviendo hoy como presidente de la preparatoria Cristo Rey, única en la Diócesis de Dallas en ofrecer un modelo de estudio y trabajo, es apenas lógico. Dueño de una envidiable trayectoria profesional en el ámbito de la gestión empresarial y el desarrollo de relaciones orientadas al crecimiento económico, Mendoza, activo feligrés de la Iglesia de la Santísima Trinidad, llega con metas ambiciosas que buscan ampliar la exposición laboral de los alumnos y asegurarles una proyección profesional exitosa.
Recordemos cuál fue su primer trabajo y cómo lo marcó en su futuro profesional
Cuando estaba en séptimo grado empecé a trabajar como repartidor del periódico Dallas Times Herald. Cubría una ruta de 258 casas montado en mi bicicleta. Mi motivación era comprar una cámara fotográfica 35 mm Minolta SLR, porque estaba muy interesado en ser un foto-periodista. Esa cámara elevó mi vida en muchas facetas; tomé fotos para el periódico de mi escuela intermedia y vendí fotos a los periódicos del vecindario. En preparatoria me convertí en fotógrafo de bodas. Gracias a la cámara supe que podía capturar a las personas en su mejor momento y eso cimentó mi carácter de querer siempre ver e impulsar a la gente a ser y dar lo mejor de sí.
¿Qué conexión hay entre esas enseñanzas y su actual rol en la presidencia de Cristo Rey?
Nuestros estudiantes se entrenan en conocer lo que es el ambiente laboral, estando en él. Hoy sabemos que el ambiente realmente puede influenciar a una persona y la expone a situaciones que de otra manera no podría conocer. De la misma manera, mi trabajo como repartidor de periódicos y otros en mis años de preparatoria, me expusieron a la importancia de ser responsable, llegar a tiempo, seguir direcciones, tener iniciativa, ser cordial, aprender a lidiar con diferentes tipos de personas y obtener habilidades para diferentes tipos de trabajo. Eso es lo que hacemos en Cristo Rey: prepararlos para el aprendizaje de la vida. Las cosas que yo aprendí repartiendo periódicos son las mismas que practicamos hoy en los ambientes laborales.
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