
La Misa de gallo y la serenata con mariachi a la Virgen Morena, fueron grabadas este año con anticipación y se transmitirán por Youtube.
Con tinte virtual pero sin perder el fervor, la fiesta a la Virgen Morena unirá este año a los hispanos desde sus hogares.
Por Violeta Rocha
Especial para Revista Católica Dallas
DALLAS — La víspera del 12 de diciembre en Dallas es siempre una noche colmada de innumerables muestras de fervor. Este año no será excepción, sin embargo, la comunidad católica hispana se prepara para honrar a la Virgen de Guadalupe, con varias modificaciones para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad en el contexto de la pandemia.
El evento principal que congrega en la Catedral de Dallas a numerosas danzas de matachines y reúne romerías de familias que llegan a alabar a la Virgen con flores y promesas, pasó a ser una celebración virtual.
OPORTUNIDAD BENDITA
Aunque la Catedral rezará cómo es tradición el rosario y la novena del 3 al 11 de diciembre, no habrá chocolate ni pan dulce al término de la Misa.
Al mismo tiempo, la programación del 11 y 12 de diciembre, será vista por Internet, pues la iglesia cerrará sus puertas después de la Misa de las 7 p.m. para dar paso a un programa pre-grabado.
Las danzas de matachines, el mariachi, la Misa de gallo y Las Mañanitas del 12 de diciembre, se grabaron en video con antelación y se transmitirán por Internet.
El vicario de la Catedral, el padre Delfin Condori exhortó a las familias hispanas a tomar esta oportunidad para encontrarle un lugar especial a María de Guadalupe en el seno de sus hogares.
“La Virgen es la vía mas segura que nos lleva a su hijo, entonces aprovechen desde casa a abrir el corazón, a buscar un lugar apropiado y reflexionar en familia en el mensaje de la Virgen”.
El sacerdote de origen peruano, resaltó la importancia ,de que las familias vean esta como una oportunidad de cultivar las tradiciones de fe entre las nuevas generaciones.
“Las devociones nacen en el hogar”, resaltó. “Será una nueva experiencia en casa, pero algo bello que va a quedar en el recuerdo, de cuándo no pudimos estar en la iglesia con la Virgen, pero vivimos su presencia en nuestro hogar y nos sentimos juntos en comunidad parroquial”.
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